¿Necesito ayuda?
Estas dos emociones van muy relacionadas ya que, en muchos casos el miedo es el precursor de la agresión. De nuevo, definamos los conceptos
Miedo es une emoción activante (puede ser desactivaste a niveles muy altos o si ya pasamos a fobia), con valencia emocional negativa y con dirección emocional de huida del estimulo que la provoca. En caso de no tener la opción de huída, podría pasar a agresión o indefensión.
Agresividad es una emoción activante, cuya valencia emocional puede ser tanto positiva como negativa, y cuya dirección es hacia el estimulo que la provoca
Como todas, son emociones que tienen una base funcional y ayudan a superar ciertas situaciones (como huir de un peligro o atacar a un agresor), el problema es cuando no se finaliza correctamente su ciclo (estimulo, activación, respuesta, desactivación) o se producen de una manera desadaptativa, o bien, de una manera desproporcionada, o bien, ante estímulos que no deberían. En el caso del miedo, además, hay que tener en cuenta que puede asociarse con otros elementos o personas que estén presentes cuando se manifiesten. Por otro lado, la agresión, puede tener un componente de redirección hacia el guía al no poder dirigir sus acciones al estimulo.
Por todo ello, se requiere realizar acciones concretas para gestionar correctamente estas situaciones por parte de tu perro y de ti. La presentación de los estímulos detonantes de las emociones bajo contextos controlados y modulando su dificultad, nos permitirá avanzar en su aprendizaje, además de contar con acciones en todos los tramos emocionales en los que se encuentre.
Aunque sea necesario trabajar estos contextos, no podemos céntranos sólo en el problema, con lo que también se tomaran medidas que ayuden a mejorar vuestra vinculación, a reducir sus niveles de estrés, a mejorar su balance emocional, a progresar en su autocontrol y a coordinaros mejor.